Camugerê, como tá, como táCORO · Camugerê Como vai voismiceCORO · Camugerê Vou bem de saúdeCORO · Camugerê Ê pra mim é um prazerCORO · Camugerê
A principios del siglo XVI, llegaron los primeros esclavos de África a las nuevas tierras. Alrededor de 60 millones de africanos fueron sacados por traficantes europeos de sus tierras, de manera violenta, para ser utilizados como mano de obra esclava en América, llegando con vida sólo unos 12 millones. Muchos de los esclavos morían de inanición, fuertes deshidrataciones o de enfermedades horribles, durante las duras y largas travesías por el océano, siendo estos lanzados al mar si no lograban sobrevivir.
Eran traídos en barcos, llamados «ataúdes» o «tumbeiros». Estos nombres eran reflejo de como eran las expediciones entre África y América, porque llegaban vivos tan solo una cuarta parte de las personas que habían salido de las costas africanas.
Atados como animales y apiñados en las bodegas de los barcos, sin unas buenas condiciones de higiene, sin apenas comida y con muy poco tiempo o ninguno en el exterior; en estas circunstancias aquellas personas eran presa fácil de enfermedades y epidemias. Miles de esclavos eran vendidos a los hacendados y ciudadanos europeos en los mercados de trata. Expuesto como ganado y encadenados a su llegada mientras, eran vendidos.
Los precios variaban de acuerdo con el sexo, fortaleza, salud y edad. Una vez adquiridos, pasaban a ser patrimonio de su amo, quien disponía de su destino y de su vida. Eran utilizados en trabajos y servicios que el amo creyera convenientes (trabajo en el campo, servidumbre, trabajos forzados…). Cuando ya no les servían, era vueltos a vender en el mercado para recuperar su inversión.
Los esclavos vivían en las haciendas, ubicados en barracas o barracones (también llamadas Senzalas), o en los Ingenios. Estas «senzalas» solían estar ubicadas en un algún rincón apartado de los huertos o solares. Las senzalas, pertenecían al terreno del dueño de los esclavos.
Las mujeres esclavas, estaban destinadas a ayudar en las casas de las haciendas. Sin embargo, muchas de ellas hacían labores de campo como, por ejemplo, trabajar los viñedos y algodonales, conocidas en este último caso, como «apañadoras». Los hombres efectuaban el trabajo más pesado tanto en las zonas urbanas como en las haciendas, por ejemplo, limpiando los excusados, galpones, porquerizas, caballerizas, etc.
Los amos «pagaban» este servicio con el alojamiento y la comida que les proporcionaban, aunque no tenían la libertad de poder salir de las haciendas. Al esclavo que infringía alguna norma se le castigaba severamente. Sea cual fuere el castigo aplicado para el esclavo rebelde, se cuidaban de no desfigurarlo ni dejarle marcas de golpes, dado que, de ser así, su precio de venta en el mercado sería inferior. Sin embargo, se tiene noticia de que al esclavo muy rebelde o cimarrón le cortaban las orejas, lo castraban e incluso le cortaban las manos, y de que algunos amos disfrutaban aplicando castigos y torturas delante de otros amos, como relata una de las canciones más conocidas de la Capoeira; A Manteiga Derramou.
Esta vida era demasiado dura como para que los esclavos pudieran estar toda su vida bajo el yugo de señores que tenían un trato denigrante hacia ellos. Muchos de ellos conseguían amotinarse y escapar de las haciendas. Estos recibían el nombre de Libertos, que a diferencia de otras culturas, en donde el esclavo se ganaba su libertad por diversos motivos, en Brasil esta libertad se ganaba por la fuerza o fuga. Pero ¿hacia dónde escapar? Brasil es un territorio que cuenta con muchísimas zonas de vegetación, especialmente las zonas de jungla.
Los esclavos creaban comunidades dentro de la jungla, donde resistían y reclamaban su libertad. Muchos de ellos eran guerreros que practicaban el arte de la lucha, y eran los que reclamaban la igualdad, la libertad y los derechos contra los esclavistas que les trajeron forzados. Estas comunidades, llamadas Quilombos, eran perseguidas, ya que eran símbolo de la rebeldía y la lucha del esclavo contra su señor. Pero su lucha era incansable, llegando a crearse grandes comunidades como el Quilombo de Palmares, donde surgió otro de los nombres más conocidos de nuestra arte; Zumbi Dos Palamares, uno de los grandes líderes de la resistencia.
En los quilombos se desarrollaba la cultura afrobrasileira, la religión y las tradiciones que los esclavos traían de sus naciones. Generación tras generación, mantuvieron vivos y compartieron las creencias y los valores éticos de la cultura africana. Durante los conflictos entre rebeldes y señores, algunos negros fueron encerrados y devueltos a los senzalas, como prisioneros. La resistencia siguió transmitiendo la lucha de guerreros, pero disfrazada de baile y expresión corporal, el nacimiento de la capoeira.
Dentro de los quilombos, se crió una generación entera de descendientes de esclavos. Allí el mestizaje y la mezcla de culturas creaba comunidades ricas en religiones, formas de vivir y valores que se fueron transmitiendo. De ahí que la capoeira comparta ideas, valores y creencias tan variadas.
Cabe destacar que existían diferencias de estamentos dentro del quilombo, donde aquellos que tenían un linaje previo a ser esclavos o que eran grandes guerreros tenían privilegios que se manifestaban con dureza. Incluso se llegó a saber de esclavos, que aún liberados de las haciendas y fugados a un quilombo, seguían en la servidumbre dentro de los quilombos, o que eran sometidos al yugo de sus propios señores «libertos».
Los quilombolas (miembros que pertenecen a un quilombo) realizaban incursiones en las haciendas para liberar a los esclavos y conseguir hacer más grande sus comunidades. Siempre liderados por grandes guerreros.
clases de capoeira en santander y cantabria
ZUMBI DO PALMARES
Como hemos mencionado, uno de los quilombolas más conocidos fue Zumbi do Palmares. Que llegó a reunir hasta 11000 personas bajo su mandato e hizo frente al ejercito portugués (fue capaz de recuperar localidades enteras de esclavos). Fue tal su liderazgo que hasta el gobernador de Pernambuco creo un tratado de paz con Zumbi, manifestando el hasta entonces impensable «privilegio» de aceptar la libertad de todas las personas que vivían en el Quilombo de Palmares. Esto fue un gran cambio, ya que la siguiente generación de quilombolas que nació no fue perseguido, pues eran consideradas personas libres.
Con el paso del tiempo estas comunidades fueron creciendo más y más, hasta que el esclavismo fue abolido, momento tras el cual muchos quilombolas comenzaron a acercarse a las zonas urbanas y a convivir con los colonos europeos criollos y demás personas que vivían en Brasil.
En conclusión; los Quilombos han sido y son un símbolo de resistencia. Un símbolo de identidad de las personas que luchaban por su libertad, como guerreros que se negaban a estar bajo el yugo de los señores que colonizaron tierras lejanas. A día de hoy, siguen presentes como comunidades de descendientes de esclavos que viven de forma autosuficiente. Minorías que se resisten a borrar de la memoria los sucesos y que mantienen presentes en sus vidas la cultura y creencia de sus antepasados.
Se podría decir que cada grupo que se encuentra en cada pueblo, ciudad, barrio… es un Quilombo que se resiste a dejar morir la cultura afrobrasileña que nos une mediante la capoeira.
Autor · Graduado Blandiblú
Fuentes: Wikipedia.org, Papoeira.com, otras fuentes digitales enlazadas, Arte Pura Capoeira